sábado, 16 de abril de 2011

Desafortunada Ilusion

El viento sopla, silva con cada esquina q se encuentra, las calles de adoquines brilla con la luz de la luna. Camino por las calles solitarias de mi pueblo, ese viejo pueblo donde las voces no se escuchan, solo los susurros. Camino solo por ellas, los perros ladran anunciando mi llegada, los niños se asoman por su ventana con cortinas viejas, que por el tiempo, ahora pintan beige. No puedo dormir, aunque sueño con aquella vez, cuando de mi cuerpo me desprendi. Recuerdo un dia como cualquier otro, perros corriendo, niños jugando, los grandes señores con trajes viejos caminando por la plaza central. No sucedia nada interesante, estaba aburrido, i decidi sentarme a pensar un poco, saque mi libreta para dibujar, una libreta que siempre cargo en mi pequeña bolsa que me cuelgo del ombro derecho y cruza por mi pecho hasta llegar a mi muzlo. Tomé mi lapiz viejo, mi mas fiel amigo que a su vez, acompaña a mi mas fiel amiga, mi libreta. Comenze a dibujar la silueta de una hermosa mujer, milimetro a milimetro acariciaba su bello cuerpo con mi puntiagudo carbon. Una mujer de cuerpo medio, mirada penetrante y trizte que no sonrie, cabello rojo q penetra mis ssentidos, un poco ondulado y con un delicioso olor. Lentamente, mi lapiz resvala por su cuello, como mordiendolo, mi cuerpo se estremese mientras la dibujo. La gente pasa y me mira, puedo sentir su mirada clavandose sobre mis manos, no les pongo atencion, la gente de aqui nunca me intereso. Lentamente levanto la mirada, el cielo comienza a nublarse, y es momento de partir. Entonces, me pongo de pie, el viento sopla muy fuertemente, como potro desbocado y arranca mi dibujo, como si la deseara, como si deseara recorrer esas caderas, acariciar ese sangriento cabello. Corro detras de la hoja sin importarme nada mas, hojas de arboles se atraviesan en mi camino, las gotas de la lluvia comienzan a caer, chocando con mi cara, frias, gruesas, chocan contra mi. La gente grita, no logro entender, el tren se escucha a lo lejos, sigo corriendo sin parar, sin pensar en lo demas, aquella silueta da vueltas y vueltas sin parar, como seduciendo al viento, que parece desearla mas y mas. Atraviezo las vias del tren, sin mirar a ningun lugar, siento un frio inmenso que me causa escalofrios, recorre mi espina dorsal, me siento mas ligero, como si flotara, alcanzo mi dibujo, pero no lo logro agarrar, y sigue flotando. Siento una desesperacion, un frio intenzo, el ruido del tren que cruza me aturde, me molesta, ¡no lo soporto!.

El dia esta nublado, parece ser de noche, el viento ahora sopla muy lentamente, como un viejo arrastrando los pies mientras camina, silva al mismo tiempo q avanza, como un viejo que arrastra una pala para tapar una fosa. Miro hacia atras, el tren ya se fue, una gran muchedumbre rodea algo, algo que no puedo percibir, comienzo a caminar para llegar a ellos, derramo lagrimas sin querer, no se que paso, no se por que lloro. Me estoy acercando, mi cuerpo comienza a temblar, no me dejan ver, "es un joven" gritan por alla, "corrio hacia el tren", gritos, lamentos, mujeres en shock, no logro comprender. Me acerco, pero no me puedo mover, mis pasos se hacen pesados, no logro entender. Hago un ultimo esfuerzo, y llego hasta el frente, me encuentro cara a cara con lo que la gente mira, en el piso, un cuerpo demacrado, sangre por todos lados, sigo sin entender, me acerco al cuerpo, miro su rostro, el dibujo de aquella hermosa mujer en sus manos, me comienzo a sorprender, ¡soy yo!. La mirada perdida, mis ojos sin luz, ¿como es que paso?, ¿qué hago yo, ahi tirado, sin vida, que hago?. Camino rumbo a mi casa, aquel lugar funebre, donde la pintura se cae, los claveles que antes eran rosas, ahora estan marchitos, cruzo la puerta, aún rechina mientras la abro, el piso viejo de roble anuncia mi llegada con cada paso que doy. Sentada en el estudio, miro a mi madre, leyendo su libro favorito, como de costumbre, beso su frente y la saludo, pero esta vez, solo mira hacia enfrente, suspira, y no dice nada, le hablo pero no me escucha, de pie, frente a ella me encuentro, pero no me hace caso, pareciera que no estoy. La puerta se azota, mi madre se asusta, se levanta rapidamente de su sofá, los pasos recorren el pasillo que lleva al estudio, y mi madre abre la puerta, mi hermano, frente a ella de pie, noto un asombro enorme en su rostro que me causa escalofrios, no logro entender, mi madre cae de rodillas, tapando su cara con las manos, comienza a llorar, me acerco a ella para abrazarla, pero no siente mi calor, no siente mi ser. Mi mundo se vuelve oscuro, la niebla comienze a apoderarse del lugar, lentamente, mi hermano y mi madre desaparecen, me aterro, salgo corriendo si saber a donde voy. Desde ese momento, solo camino, sin saber a donde llegare, mirando mi familia envejecer, mirando el tiempo correr, sin poder hacer nada, solo huir de mi pasado, que se repite sin ceder, buscando aquel dibujo que nunca logre alcanzar.

sábado, 2 de abril de 2011

Doncella de humo

Bella mujer
tan pasajera.. tan irreal
de sueño en sueño viajas
entre mis brazos te enredas
entre mis venas te escurres
tan fugaz.. tan efimera
como mi inspiiracion
solo de noche apareces
y en un palpitar acelerado.. desapareces

Labios que nunca besare
brazos que nunca abrazare
cuerpo qu enunca tocare
como entraste saliste
sin pensar.. siquiera
que una sicatriz tuya quedara
sin pensar .. siquiera
que una lagrima por ti caera

Tonto corazon
tan hundido en desamor
tu sonrisa a mi llego
y en esta oscuridad
a mis ojos ilumino
aunque ahora tu partida
a mi pasion sofoco

Te dejo ir
como el humo de este cigarrillo
en mis manos
no te puedo retener
solo esperar
que puedas volver